jueves, 16 de agosto de 2007

El verano y sus noticias

Cada verano ocurre una serie de "sucesos" que son noticia en múltiples medios de comunicación para asombro y entretenimiento de las personillas que, o bien están ávidas de noticias incluso en vacaciones, o bien simplemente se tragan en plan zapping cualquier cosa que pillen durante el camino.

Hablando de zapping, hace poco tiempo me di cuenta de que este tipo de programas son prácticamente los únicos que me dejan embobado delante de la pantalla. Todos sabréis ya sus características: yo siento que al verlos me entero de un plumazo de cómo anda el mundo, ofrece un conjunto de detalles audiovisuales sobre cómo se ve el mundo a través de esta realidad paralela denominada "televisión".

Bueno, que pierdo el hilo de lo que os quería contar. Es cierto que sucesos insólitos, absurdos, peculiares, ocurren todo el año, pero en verano parece que las personas encargadas de decir qué noticias se publican son distintas de las que lo hacen el resto del año; hay un cambio de criterio curioso aunque también es verdad que cada vez esto ocurre menos, ya que desde hace unos meses la vida política está copando de una forma irracional las portadas de los noticieros.

No os lo vais a creer, pero mientras escribía esto se me ha olvidado la noticia que os quería comentar, la que me ha sugerido estos pensamientos. Tiene guasa la cosa...

Cuando me acuerde os la digo. Disculpadme.

Y ya que se me ha ido eso de la cabeza, os cuento otra cosa. Llevo unos días visitando un Mercadillo de Artesanía que ponen en Puerto Banús cada verano (sí, otra cosa que sólo ocurre en verano) y he recordado la triste sensación de hace unos años cuando descubrí que la mayoría de los puestos de venta apenas ofrecen productos realmente artesanos, realmente fabricados donde dice que son fabricados: "cómo pude ser tan inocente como para creerme esto". Y yo que iba ilusionado a comprar mis torres de CDs fabricadas en madera, o mis quemadores de incienso... Que digo yo que habrá de todo, habrá productos que verdaderamente vengan de Senegal fabricados por personas senegalesas según la tradición senegalesa, pero me huele que la mayoría de los productos "artesanos" están fabricados en serie con objeto de vender (como siempre) a troche y moche por un precio insultantemente alto.

Y la excepción ha sido hoy cuando, en uno de los puestos, estaba tranquilo mirando colgantes, collares, pendientes y cositas así. Tras varios segundos de observación oigo a la chica dirigirse a mí para explicarme de qué material estaba hecho cada conjunto de piezas: plata y acrílico, plata y piedra, plata y cuero, alpaca y piedra, etc. Me ha dicho también que si quería, podía coger algo, probármelo, o probárselo ella misma para ver cómo queda; además me ha ofrecido cambiar un material por otro si me gustaba una pieza pero no el material. En medio de estas explicaciones ha comentado que ella misma hace cada pieza, y entonces me ha brotado una sonrisa y he permanecido admirando el mostrador, las bandejas llenas de artículos de plata o alpaca y pensando en qué narices podía comprar para agradecerle que siga usando sus manos y su imaginación para elaborar estas cosas.

Al final no compré nada, pero no dudéis de que lo haré. Bueno en realidad ya lo hice el martes pasado porque compré unas varitas de aromas también realizadas por ella, o por alguien de su entorno: olores de coco, chocolate, pino, chanel (sí, huele a colonia), lavanda, sándalo... En fin, un poco de variedad en el mundo, por favor.

Sigo sin acordarme de la noticia que os comentaba antes.

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