Tres semanas después de mi último artículo, hoy vengo a contaros que el pasado 27 de septiembre viví uno de los días más emocionantes e intensos de mi vida al asistir a la defensa de la tesis de Reyes en Granada.
Primero, algunos datos: nos levantamos pasadas las 6'30, a las 7'00 ya estábamos ensayando tanto ella en su papel de exponente, como yo en mi papel de público; a las 9'45 llegamos a la facultad, a las 10'00 ya habíamos probado el correcto funcionamiento de los cachivaches, la hora prevista de inicio era las 10'30 pero el tribunal no dio comienzo al evento hasta las 11'10, a las 11'57 terminó Reyes su presentación y, tras el turno de preguntas y respuestas y la deliberación del tribunal, hasta las 14'20 aproximadamente no supimos el resultado de la defensa.
Sobresaliente
cum laude por unanimidad. Pa cagarse tras las 3 horas de retortijones :)
Más datos: nos fuimos todos a almorzar (recién doctorada, novio, amigos, familia, directores de tesis y tribunal) y acabamos sobre las 18'30 tomando cafelito en un bar de Granada. Luego a las 21'30 unas tapitas con amigos y marcha en Mae West hasta la madrugada.
Y ahora, tras los datos, algunas impresiones personales.
Emoción a raudales, por varios motivos.
Desde que comencé a leer la tesis hace meses, varios de sus textos me producen unas sensaciones tremendas y una fuerte emoción. Esos textos están relacionados con lo que los niños son capaces de pensar/imaginar/debatir/discutir; esta emoción se acentuó cuando a los textos les acompañó en la presentación el sonido grabado en clase, con la profe y los alumnos. A veces he pensado que si tengo hijos, me gustaría que fueran a esta escuela, con esta profe.
Por designios estelares o algo así, durante la defensa compartí asiento con los directores de tesis, uno de ellos especialmente importante en la vida de Reyes porque la verdad que el hombre merece la pena. Detrás, amigos y familiares e incluso alumnos de ella. Y ahí andaba, en primera fila, asistiendo a la lucha de Reyes contra los elementos: tensión, cansancio, cinco doctores del tribunal, y ella misma. Emoción por sentir tan cerca esa lucha, ese poder, ese talento, ese entusiasmo; como dijeron algunos en sus intervenciones, esa infinita capacidad de trabajo.
Como dijo Imanol, el director con más peso en esta tesis y gran amigo de Reyes, ahora vendrá una temporada casi de vacío, de desgana, en muchos aspectos de la vida, que debemos afrontar con las mayores energías.
Uno de los componentes principales de la vida es la emoción, y compartir este final de aventura con Reyes me ha hecho sentir mucha emoción y muy intensa. Con sus momentos duros y sus momentos estupendos. Todos geniales, únicos.
Mecachisenlamar, qué alivio, qué descanso, qué satisfacción y qué orgullo.
Siento que me quedan cosas por expresar pero me paro ya, que estoy en la terraza de una cafetería y el cielo nublado que hay sobre mí promete lluvia en breves momentos...
