martes, 19 de febrero de 2008

Hoy me he mirado los pies...

... y me han parecido enormes.

Si partimos del hecho de que tengo dos metros de estatura, pues la frase con la que inicio este artículo puede sobrar: es evidente que un hombre con esta altura debe tener los pies grandes. Pero la cuestión es la relatividad de la dimensión de mis pies y de mí mismo en general: yo no me veo grande hasta que me comparo con algo o alguien.

Lo que ha tenido de particular el darme cuenta hoy de la dimensión de mis pies es que no los tenía cerca de ningún objeto con el que compararlos: simplemente estaba sentado en la oficina, he mirado al suelo, he visto mi pie derecho y me he agachado a mirarlo más cerca, ahí, solo, en el extremo de mi pierna, y en ese momento me ha parecido muy grande.


Ojo, que tan sólo es un 46, no os vayáis a imaginar algo descomunal ¿eh?

En breve...

Sí, en breve tiempo publicaré alguna cosita más, que tengo muchas cosas que contar.

Por ejemplo, que Reyes ha obtenido por fin su plaza como profesora ayudante en el Departamento de Pintura de la Universidad de Granada. Olé la tía.

Y otro ejemplo, que ayer se incendió la planta de abajo del edificio de mi oficina, aquí os muestro un par de fotos cutres. Nosotros no tuvimos nada quemado, sólo hollín, suciedad y un fuerte olor a materiales quemados que nos ha tenido con las ventanas abiertas dos días mientras en el exterior caía lluvia sin parar.




Pues eso, hasta pronto.