No, no soy yo ese carrerista, ese piloto fitipaldi a toda velocidad al que le gusta atravesar el aire rápidamente, dejar atrás el paisaje lo antes posible, sentir y luchar contra la inercia de las curvas... Yo ya sabía todo eso desde pequeñito cuando en las ferias nunca me montaba en las atracciones "peligrosas", pero tuve la oportunidad de corroborarlo el pasado 19 de diciembre en el evento navideño de la empresa: en vez de organizar una comida, este año se ha organizado una carrera de karts en el circuito de Campillos (Málaga).
Aquí tenéis algunas imágenes de la aventura:
Fue una aventura divertida y agotadora a la vez, hacía un día frío con muchísimo viento pero los "calentones" y las risas provocadas por algunos compañeros y la emoción de alguna carrera animó bastante el tema.
En fin, una experiencia más para el bote.
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