martes, 4 de diciembre de 2007

Días sin radio

Artículo cinéfilo el de hoy, comenzando por el título aunque en realidad estoy parafraseando a la peli de Woody Allen Días de Radio. Es así porque desde hace unos días se me ha estropeado la radio del coche y ando de aquí para allá escuchando el sonido de mi 206 cortando el viento cual bergantín en alta mar, y no digo yo que sea mala idea esa de no oír la radio en el coche porque da oportunidad para pensar en muuuuuuchas cosas.

A mí por ejemplo me dio por pensar en la trilogía de Matrix viniendo en el coche desde Granada a Marbella ayer por la mañana, ya que hemos visto las tres pelis durante el finde pasado. Bueno, le dediqué algunos kilómetros, lógicamente no estuve todo el rato pensando en eso porque, entre otras cosas, había bastantes maravillas que apreciar por el camino: la bruma matutina esparcida por los campos como gasas, niebla que se desvanece mientras vuelan en dirección al sol, el dibujo de las filas de camiones en la carretera, el propio zumbido del motor del coche, de nuevo las nubes pero ahora el sol tiñéndolas de rosa/violeta/gris/malva hasta que se convierten en manchas blancas sobre el cielo azul...


Recuerdo que cuando vi Matrix en el cine por primera vez (es que fui a verla 2 veces) me resultó tremendamente atractiva la idea porque siempre me ha gustado la ciencia-ficción y el tema de mundos paralelos, múltiples personalidades, la evolución de las máquinas y la inteligencia artificial y, cómo no, el fin del mundo. Seguro que hay alguna otra idea que he extraído de la película en alguna ocasión pero ahora no recuerdo, y es que la puñetera te puede hacer exprimir el cabezo para intentar buscar explicación a muchas cosas.

Luego vino la continuación de la trilogía con Reloaded y Revolutions: para mí, el misterio fabuloso que ofrecía la primera película (mostrando el mundo dominado por las máquinas en el que los humanos éramos la fuente de energía) se va desvaneciendo y quedando sin interés porque la solución de la guerra y/o la revolución contra el tirano me resultó demasiado parecida a otras películas, incluso por momentos me acordé del truño de Indepence Day.

Así que hablaré en general de las ideas que se me ocurren tras el visionado de las tres películas. Lo bueno que tiene esto de volver a ver películas que ya has visto es que te das cuenta de cosas que no habías detectado antes, y además puedes asimilar mejor o entender partes que no entendiste. Por ejemplo, la famosa escena en la que Neo se encuentra con el Arquitecto y éste suelta una pechá de palabras que la primera ocasión no hay por dónde cogerlas. Resumen: por un fallo en el sistema resulta que la rebelión de los humanos se intenta cada cierto tiempo, sale un Elegido de vez en cuando, que querrá salvar la humanidad a costa de perder a su enamorada Trinity. Amor por la humanidad versus amor por tu mujer. ¿Amor? ¿Esperanza? ¿Sacrificio por el bien común? Pues no, yo soy KeaNeo Reeves y seré capaz de salvar a to quisqui.

La palabra que más se repite en toda la historia es elección: todos los personajes deben tomar elecciones en algún momento y, como dice el Oráculo, nadie puede ver más allá de la elección. Evidente. Tanto que a veces se nos olvida y esa dificultad para elegir nos provoca parálisis: lo único que uno tiene realmente claro es que debe tomar una decisión en un momento dado. Si cuando llega la noche echamos un vistazo a lo que nos ha acontecido a lo largo del día, veremos que hemos tomado multitud de decisiones, veremos que unas son más fáciles que otras, veremos que unas las hemos tomado sin darnos cuenta de que eran elecciones.

Otra idea que me llamó la atención trataba sobre el objetivo de la vida: morir. ¿Es eso un objetivo? Yo creo que más bien el propio objetivo de la vida es vivir. ¿Será que no está bien traducida al español, confundiendo objetivo con fin?

Mundos paralelos, mundo real y mundo onírico o virtual, quién soy en realidad y quién soy en el otro mundo, o cómo es mi imagen proyectada en esos mundos, cómo hago una cosa en la realidad y cómo la hago en el mundo virtual... todas esas son ideas que también me rondan y con las que me ha gustado juguetear desde pequeñito, desde que jugaba a los superhéroes con mis amigos e imaginaba historias de ese tipo... casi en plan Superman (bueno yo siempre era Batman), persona de una manera en cierto contexto, de otra manera en otro contexto, pero al fin y al cabo sólo proyecciones de la misma persona. Uno es uno y sus circunstancias, uno y lo que proyecta al exterior según la situación, uno y la forma de hacer las cosas dependiendo del contexto.

¡Hola! ¿Alguien ha llegado leyendo hasta aquí? En ese caso, gracias, amig@

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, hola.
Jajaja, si que he llegado al final, porque ese era el objetivo :)
Solo dos cosas a agregar.
a) Matrix es la enesima alegoria del mito de la cueva de Platon. No olvidemos que los griegos (los antiguos) ya lo habian hecho y pensado todo. Mas informacion es.wikipedia.org/wiki/Mito_de_la_caverna.
b) Las secuelas de Matrix son la enesima alegoria de la segunda guerra mundial, de la persecucion a los judios y de la lucha de la libertad contra la tirania que tanto le gusta a los Yankis. ¿Alguien se pregunto porque la ultima ciudad donde quedan humanos libres se llama Sion? Para mas informacion es.wikipedia.org/wiki/Sion